Este fin de semana fue robado un balastro eléctrico de la ciclo vía que une barrio Roberto Romero; zona este de Tartagal; con Ruta Nacional 34. Testigos denunciaron el hecho a efectivos policiales y se detuvo a un adolescente de 18 años. La secretaria de Servicios Públicos de la Municipalidad, Mirta Miller, reiteró el pedido de cuidado a los recursos. En el último año y en promedio, reponer luminarias y cables insumió medio millón de pesos a las arcas municipales.
Miller señaló que el de Roberto Romero es uno de varios sectores donde vienen registrando robos y de gran tenor. Los más críticos hasta el momento lo conforman Colectora y diversos puntos de Ruta Nacional 34. “Cada una de las luminarias que rompen o roban, valen de 9.000 a 10.000 pesos cada una (…) hasta ahora, el robo más grande que denunciamos fue por 140 mil pesos”, manifestó Miller. “Nos da pena porque son sectores que venían sucios, mal iluminados, inseguros y todo es para el vecino (…) por eso pedimos que cuiden y denuncien si ven cosas raras”, agregó.
Las declaraciones de Miller vienen a propósito de lo sucedido este domingo por la noche, cuando efectivos de la Sección Motorizada Tartagal demoraron a un joven (18) por el robo de luminarias; a pesar que intentó escapar. Aconteció alrededor de las 23 horas, en inmediaciones a la Ruta Nacional 86, alertados a su vez por un vecino sobre dos personas que habían robado un balastro eléctrico de 400 watts del alumbrado público. Cometido el hecho, emprendieron fuga a veloz carrera.
Tras un amplio patrullaje por el lugar, los ubicaron cuadras más adelante. Nuevamente intentaron escapar; ahora de los efectivos; quienes lograron capturar a uno de ellos, el más joven. En posesión del mismo encontraron el balastro eléctrico y un cuchillo sierrita con mango de plástico, herramienta utilizada para delinquir. El ladrón quedó así a disposición del juzgado Interviniente en turno.