Empresas de lácteos y aceites en Villa Montes redujeron la producción por el contrabando de productos desde Argentina y en otros puntos del sur boliviano, como en Yacuiba y Caraparí, cayó el precio del maní. La dificultad de competir con los productos que ingresan de forma irregular desde países vecinos; “que no pagan impuestos, no pagan facturas y no se puede garantizar su calidad”; llevó a que los referentes de los sectores insistan con mejorar los controles en la frontera para evitar el ingreso por contrabando de estos productos.
En Yacuiba y Caraparí, los productores de maní ya registraron entre Junio y Agosto se empezó a advertir una mayor caída en el precio del recurso, y se teme que siga cayendo, ya que los intermediarios solo buscan a crédito, “no pagan todo”, lo que causa pérdidas y desconfianza en los productores. Ambas localidades producen más de 10 mil toneladas de maní en cultivos que abarcan alrededor de 5 mil hectáreas y con riesgo de reducir la producción el próximo año. El valor del quintal ha caído, en total, cerca de 300 pesos bolivianos (de 400 a 180).
Son más de 10 mil toneladas de maní que se producen en Yacuiba y Caraparí, donde se cultivan alrededor de 5 mil hectáreas, aunque se corre el riesgo de reducir la producción el próximo año. Hasta la gestión pasada el quintal de maní se comercializaba entre 350 a 400 bolivianos, ahora se vende a 180 bolivianos. Al pedido que los organismos Aduana y Senasag coordinen y ejecuten acciones concretas para frenar el contrabando se unieron empresas cuya producción de lácteos y aceites está en los municipios fronterizos.
En Villa Montes se vieron obligados a reducir su producción ante la dificultad de competir con los productos que ingresan de forma irregular desde países vecinos, cuyo valor es casi un 50 por ciento menos. “El contrabando perjudica a los trabajadores porque a las empresas nos obliga a disminuir el personal”, advirtió Yoselin Castro, funcionaria de la aceitera de Villa Montes. Si se suma lo que cada hora ingresa como contrabando hormiga se van haciendo grandes cantidades que afectan a las empresas bolivianas; y deja una realidad económica post pandemia preocupante en el sur boliviano. (Rario Popular Yacuiba/El País.bo)