La Escarapela Nacional fue creada en 1812 a solicitud de Manuel Belgrano, durante el Primer Triunvirato y como distintivo en las Provincias Unidas del Río de la Plata. Su objetivo unificar los colores del ejército, distinguirse de los enemigos y fomentar la unidad nacional. Se coloca en el lado izquierdo del pecho, en las fechas vinculadas a su creación, durante toda la Semana de Mayo y también en días festivos nacionales.
Declarado el Primer Gobierno Patrio en 1810, a fines del siguiente año aumentaron los ataques españoles contra las costas del Paraná ordenadas por el gobernador español de Montevideo, Pascual Vigodet. Frente a esto, el Triunvirato encargó el 24 de enero de 1812 al Gral. Manuel Belgrano partir hacia Rosario con un cuerpo de ejército; quien a su vez logró controlar las agresiones españolas e instalar una batería (una especie de fuerte militar) en las barrancas del Paraná, a la que llamó Libertad.
Ante el absurdo de continuar con el uso de distintivos españoles entre las tropas criollas, solicitó y obtuvo permiso para que sus soldados usaran una escarapela. Por decreto del 18 de febrero de 1812, el Triunvirato creaba, según el diseño propuesto por Belgrano, una “escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata de dos colores, blanco y azul celeste, quedando abolida la roja con que antiguamente se distinguían”.
Para ese mismo año, la política exterior del Primer Triunvirato se basaba en sostener que el objetivo de la Revolución de Mayo era preservar estos territorios para Fernando VII de España (aún cautivo del Emperador francés Napoleón Bonaparte), pero muchos; como Belgrano; consideraban se debía plantearse la Independencia. El Día de la Escarapela Nacional, por otro lado, fue instituido por el Consejo Nacional de Educación en 1935, y su celebración se efectúa cada 18 de mayo.