El Chaco Informa.- La zona oeste y norte de Tartagal; en el lado argentino; fueron los puntos donde se avistó la manga, mientras que por el lado sur de Bolivia, los insectos sobrevolaron por la comunidad de Limitas, según informó el Senasag.
La jornada de ayer en la tarde, una manga de langostas voladoras que ingresó desde la Argentina, sorprendió a la población y generó la alerta en las instituciones que se encargan del control. Se trataría del primer reporte confirmado en esta gestión del ingreso de estos insectos a territorio boliviano.
Una nube de langostas sorprendió a la población la tarde de este jueves, aproximadamente a las 16 Hora de Bolivia (17 Hora Argentina). Los insectos ingresaron por el sur del país, desde Argentina, sobrevolaron el centro de la ciudad con dirección noroeste y, al cerrar la tarde, desaparecieron.
Técnicos de la Secretaría de Desarrollo Productivo del Gobierno Municipal y del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), realizaron el rastrillaje de la plaga, que en primera instancia se pensaba que podía haberse estacionado en el Aguaragüe o retornado a territorio argentino. Sin embargo, se logró dar con los insectos al final de la tarde en la comunidad de Limitas.
El Senasag señaló que se dio parte de esta situación al responsable nacional del programa de langostas. También se procedió a mandar algunos ejemplares (insectos) a Tarija, para establecer en que estadio de crecimiento se encuentran y determinar si están por desovar.
Por otra parte, el Senasag emitió alerta a nivel nacional, para que se envíe el insecticida que se utiliza para combatir la langosta, así como el personal especializado para realizar esta labor.
De acuerdo a la explicación brindada por profesionales en el área, debido a la época, la plaga de langostas no representaría mayor riesgo para el agro en la región del Gran Chaco, tomando en cuenta que la campaña agrícola terminó recientemente; aunque podría haber una afectación seria en los cultivos de vid, que se encuentran actualmente brotando.
El mayor riesgo radicaría en que las langostas desoven y se reproduzcan en la región, pudiendo llegar a convertirse en una plaga difícil de erradicar en un periodo largo de tiempo, como ocurre en Argentina o Paraguay, que luchan contra las langostas desde hace 30 años o más.