Un grupo de desocupados se plantó esta mañana ante la obra de la Casa de la Cultura, después de cinco meses de estar en espera. Bajo el nombre de “portoneros”, hoy se encadenaron con el objetivo que las autoridades los escuchen y denunciaron que las agrupaciones sociales “pegan tubazo y ya les consiguen a su gente”.
La protesta duró menos de una hora. Cuatro de ocho desocupados habían decidido encadenarse en el portón que custodia la edificación del Centro Cultural en Tartagal, en la intersección de Avenida Alberdi y calle Güemes.
“Hace cinco meses que pedimos trabajo, incluso hay gente que hace un año que espera”, decía muy temprano uno de los desocupados, “es desesperante (…) más de una familia está a base de mate cocido”. Remarcaron que la decisión se tomó luego de observar en más de una oportunidad cómo las agrupaciones consiguen puestos para su gente, mientras que ellos “quedamos mirando”.
El ingeniero Quispe, a cargo de la construcción de la Casa de la Cultura, dialogó con el grupo de manifestantes y les hizo firmar un compromiso para que así ya sean incorporados la semana próxima a las tareas.