El Dr. Alfredo Miroli; director del Centro Médico de Inmunología de la provincia de Tucumán; resaltó que de las 100 vacunas que se vienen ensayando en el mundo como potencial cura para la Covid-19, hay 5 que mostraron resultados favorables y cumpliendo con todas la etapas requeridas. Ellas pertenecen a EEUU, Oxford, Bélgica, China y Rusia.
Miroli compartió detalles del proyecto Lázaro (“levánte y anda sobreviviente”) en la provincia de Tucumán (proyecto internacional), que estudia los anticuerpos en el plasma de pacientes recuperados de coronavirus y su aplicación para tratamientos biológicos; que es la segunda vía de abordaje para tratar agentes patógenos.
En actualidad, de 100 vacunas potenciales para el Covid-19, cinco han demostrado la eficacia necesaria en las diferentes fases necesarias para acreditarla; es decir que no daña, no potencia el virus y sí genera anticuerpos. “La vacuna debe ser capaz de anular la capacidad de infectividad del virus”, resaltaba a FM Alba el doctor Miroli.
“Cuando el virus apareció en diciembre, el mundo investigó 104 fármacos diferentes capaces de actuar contra distintas estructuras del virus. Algunos parecían ser prometedores (…) con el tiempo se observó que su eficacia decaía y en algunos casos generaba una ilusión de efectividad”, destacó el profesional médico.
Las dos formas de abordar un nuevo agente patógeno son por vía farmacológica (productos químicos) o por vía biológica; siendo esta última la que ha generado mayores respuestas al virus Covid-19. “Cuando se tuvo un agente infeccioso como este, un ribovirus (virus de ácido ribonucleico) fabrica anticuerpos contra (toda la estructura) del virus”, explicó.
“Cuando una persona que padeció el virus, con baja virulencia (efectividad de matar), poseen una buena cantidad de anticuerpos; humanos; en su suero y muchas tienen anticuerpos neutralizantes (anulan la infectividad del virus) y muchas en muy buena cantidad (…) es el remedio más eficaz, sin contraindicaciones, por eso llamamos a donar el plasma. Es la terapia con suero de humanos“, siguió.
De allí que no toda persona afectada con el virus posea los anticuerpos “neutralizantes” en su organismo. Las cinco vacunas (de ocho aplicadas en voluntarios) que “ya están”, son:
– Oxford (Reino Unido): fabricada bajo asociación con la multinacional farmacéutica británico-sueca AstraZeneca. Ya existe una cantidad fabricada para abarcar Inglaterra, Irlanda, Escocia, Gales, Australia, Nueva Zelanda, Islas Caribeñas.
– PittCoVacc (EEUU): desarrollada entre la Universidad de Pittsburgh y financiada por Pfizer. Se avanzó en cantidad para abastecer a casi todo el territorio norteamericano, además de la vacuna del laboratorio “Moderna” (Belinda y Bill Gates).
– Bélgica: la vacuna SARS-CoV-2, Ad26.COV2-S desarrollada y financiada por Janssen (de Johnson & Johnson)
– China. Ya desarrolló vacunas para la población de 1.100 personas que habitan su territorio.
– Rusia
En territorio norteamericano se alistan ahora en la fabricación de dosis (extras) para los adultos mayores de 65 años y el personal de salud; considerados la primera línea de riesgo; y al revés que en otras situaciones y programas de vacunación, la población infanto-juvenil será la última en recibir sus dosis.
“Demostraron ser un grupo donde el virus resultó muy poco virulento aunque fuera infeccioso”, reseñó. En el caso de Argentina, al no disponer de una estructura científica para el desarrollo de una cura, se llevan a cabo pruebas con voluntarios, que en nuestro país son 15.000 personas. Esto garantiza que se reciban las primeras dosis disponibles de la vacuna; en este caso proveniente de Estados Unidos.
Los siguientes dos desafíos para las vacunas son ajenos al ámbito salud-científico y son políticos y logísticos: no priorizar a las élites y diagramar logística para aplicar vacunas a una población mundial de 7.500 millones de seres humanos.