A poco más de una semana del conflicto en Barrio 9 de Julio y la tormenta que cayó en la zona, el organismo provincial llevó a cabo una serie de controles en los cinco camiones que abastecen con agua a los hogares y localidades del departamento. En un día fresco, las demandas a la empresa no superan la veintena y en día caluroso pueden llegar fácilmente a 35.
Los niveles de cloro, presión y aspecto del agua se señalaron normales y este tipo de controles se realiza para establecer que es apta para el consumo. La frecuencia conque se realizan es semanal, en 25 puntos distintos. “Siempre que hay una lluvia grande hay problemas de turbiedad”, refirió Eugenio Tolaba, delegado del Enresp Tartagal.
Los controles químicos y bacteriológicos se realizan en Salta y “los números son normales”, afirmó.
Al respecto del aumento en la frecuencia del corte en el servicio de red para toda la región, el delegado recordó que este año la empresa prestataria los comenzó en el mes de septiembre a raíz del calor, cuando lo normal es que inicien en noviembre.
Además de 9 de Julio; en donde la urgencia de los vecinos los llevó a secuestrar el camión proveedor; también hay reiterada ausencia del servicio en Barrio San Antonio y Centro. Últimamente, también se ha extendido el problema a 350 Viviendas.
“A esta altura del año, en un día con bajas temperaturas los reclamos (abastecimiento y reparto) por agua suelen ser 12, cifra que se va a 30-35 cuando el calor es intenso; mientras que el mayor número hasta ahora fue de 50″, detalló el delegado.
A modo de ejemplo, tan solo para el hospital zonal se abastece con 8 mil litros de agua.