
La directora de la Escuela Coronel Vicente de Uriburu; Elizabet Bobadilla; señaló que este año se superó la matrícula escolar de 2018, situación que refleja la crisis edilicia en materia educativa que se vive en Tartagal. “Necesitamos urgente escuelas, tanto primarias como secundarias”, remarcó la docente. “Tener más de 33 alumnos por aula es un sacrificio tanto para la familia como para el maestro”.
El año 2018 provocó que cerraran aulas en algunos colegios y a esta realidad se suma la cantidad de desocupados que optaron por continuar con la educación de sus hijos en escuelas públicas, siendo igualmente notorio los integrantes de las fuerzas que eligen la formación escolar primaria pública a la privada.
“No tenemos vacantes en ningún grado (…) nuestra matrícula superó al año anterior. Se hizo lo posible para incorporar a los hijos de quienes vinieron por un banco (…) tuvimos que acomodar a algunos, no a todos”, dijo la directora Bobadilla.
Destacó la docente que hubo “preocupación” y “lágrimas” de parte de aquellos que quedaron fuera. “Necesitamos urgente escuelas en Tartagal, tanto primaria como secundaria; que está creciendo. Y la falta imperiosa de crear escuelas (…) con el recargo que se hizo en las aulas, el esfuerzo y el trabajo lo va a tener cada docente, con más de 33 alumnos por aula”.
Para el año que inicia, la escuela tiene en programa el impartir clases de Religión en contraturno; con horarios dispuestos ya para los alumnos de ambos turnos; a cuyo cargo estará el equipo de cinco docentes conque se cuenta para la materia.
En otro tema, relacionado con las ESI; Educación Sexual Integral; sobre todo se enfocarán en la violencia en todos los aspectos y las clases estarán a cargo de los mismos docentes de grado. “Es lo que el ministerio (de Educación y Tecnología) nos han indicado y debemos cumplir”.