Las tarifas definidas por la Municipalidad para los vendedores inscriptos para ventas en el Corso Color provocaron reclamos y quejas este miércoles ante la comuna. Los vendedores declararon que las cifras se establecieron sin reunión ni consenso previo, por lo cual veían difícil abonar los montos exigidos, cada noche.
Solamente los ambulantes debían pagar 16 mil pesos por noche y en el caso de los vendedores de nieve, el monto se elevaba a 50 mil pesos; con el agregado que no habría lugares determinados por antigüedad. Tanto la responsable de Control y Fiscalización, Silvana Fernández; como el director de Rentas, Antonio Moreno, dijeron no haber aprobado las cifras y que todo se estableció desde la Secretaría de Hacienda (Cr. Paz), con aprobación de la Intendencia; dijeron los vendedores.

A media mañana, los vendedores más antiguos del circuito encabezaron una pacífica protesta ante la comuna, siendo recibido un grupo de ellos. Las tarifas establecidas, resaltaron, “obligan a vender más caro (…) vendemos más cuando la gente va saliendo del corso”, destacaba un vendedor de comida. “Pagamos flete, pagamos los recursos, pagamos para guardar, si llueve se nos arruina todo y nos dicen que son riesgos que uno corre (…) encima te dicen que si no queremos vender que no vendamos, que hay muchos atrás que sí quieren”, lamentó.
“No se trata que no se quiera pagar, pero no tanto”, decía otra vendedora. Se planteó bajar entre 6 mil y 8 mil pesos, para poder cubrir la exigencia tarifaria (dependiendo del tipo de vendedor y si colocarán mesas y sillas) y lograr ganancias. La Municipalidad destacó que este año se inscribieron 240 personas para ventas en el circuito, y aparte; en conferencia de prensa; presentaron el Corso Color en el Centro Cultural Tartagal esta mañana.