Educadores de la zona rural de Ruta Nacional 86 llevaron a cabo ayuno por 24 horas a fin que el Ministerio de Educación de Salta aborde o impulse medidas de búsqueda de boosters sísmicos en predios de escuelas. El hallazgo más reciente ocurrió hace un mes, en el kilómetro 4, donde fueron encontrados tres de estos artefactos. La aparición de los objetos viene ocurriendo de manera frecuente en el último tiempo.
El docente Javier Oviedo, uno de los voceros del grupo docente que expuso la preocupación, explicó que no pertenecen a ningún movimiento social o gremio, sino que el reclamo es colectivo y se identifican como ADA (Agrupación Docentes Activos). Agregó que contactaron al Dr. José Ángel Ramírez; coordinador internacional de la International Human Rights Commission (IHRC), Comisión Internacional de Derechos Humanos de México y también presidente de la Revista América Sin Fronteras, con el objetivo de difundir los hechos.
“Tenemos como antecedente lo ocurrido en enero de este año, cuando un auto tocó un booster y sus ocupantes sufrieron heridas (…) además, en febrero, un chico estaba jugando con otro booster, que un adulto se dio cuenta de lo que era“, relató. El primero de los hechos sucedió en el camino a La Toma (zona oeste alta en Tartagal) y lo segundo en Ruta Nacional 86, muy cerca del Kilómetro 6. “Estábamos llevando donaciones el 14 de febrero y nos encontramos con todo vallado por la Policía y ahí nos enteramos”, siguió. El más reciente de los casos sucedió el 26 de marzo, cuando se encontraron 3 de estos explosivos, a la altura de comunidad La Mora (Kilómetro 4).
“La preocupación que tenemos es que cerca pasa el trazo del gasoducto y como la naturaleza hizo su parte (con las lluvias quedaron expuestos los explosivos), puede que ocurra una desgracia”, continuó. A fin de visibilizar lo ocurrido, elevaron notas a los directivos, a Policía de Salta, a Gendarmería Nacional y contactaron con las caciques de las comunidades de TGN (Alejandra Gimenez) y Lapacho II (Alejandra Morales).
“En 2016 se halló un booster en el predio de la cocina del Jardín de Infantes del Kilómetro 6 (…) buscamos y no encontramos registro de eso, ningún acta (…) pero tenemos el testimonio escrito de una docente que estuvo ahí”, agregó. De todas las notas enviadas, solo Gendarmería brindó respuesta, orientando en recomendaciones para compartir con el alumnado y la comunidad para accionar en caso de encontrar este tipo de artefactos.
El grupo de docentes realizó ayunos de 24 horas en tres oportunidades como medida para exponer la problemática, pero lamentan que hasta el momento no hayan captado la atención del Ministerio de Educación. Esto debido a que proponen que se realice un barrido electrónico por los predios escolares a fin de descartar peligro. “Gendarmería viene con su equipo y una empresa que trabaja con ellos, pero hay lugares donde no pueden ingresar porque son privados”, concluyó.