Mario Mimessi, concejal del bloque de la UCR, compartió detalles de su participación en la reunión que mantuvo el gobernador Urtubey con las fuerzas políticas de Salta. “Esto se da en un marco de madurez política (…) esto no solo debería pasar en el marco ejecutivo sino también en lo legislativo”, declaró.
“En un cuarto de siglo, la provincia dividió poder entre la familia Romero y Urtubey. Un chico de 25 a 30 años no ha conocido otros gobernadores”, analizó. “Me atrevo a decir que la próxima gobernación no recaerá en el Partido Justicialista. Se viene un opción no justicialista (…) claramente nos paramos como partido de oposición”, deslizó.
Sobre la reunión con el gobernador Juan Manuel Urtubey, el vicegobernador Miguel Isa y el secretario de gobierno Juan Pablo Rodríguez, el tema tratado se centró en el pedido de la titularidad de la auditoria, el límite de la reelección de los intendentes y el gobernador; establecida en la Constitución Provincial; como también el alargamiento del mandato de los concejales.
“Las auditorias generales de la provincia deben funcionar con mayor celeridad en sus controles a la hacienda pública sea provincial o municipal (…) y como órgano de control debería ser presidida por un integrante de partido político de oposición, el mayoritario, que es como realmente funcionan los organismos de control (…) y no como en Salta, donde son manejadas por la mayoría del oficialismo político”, remarcó, aunque no espera que llegue a buen puerto.
“Para elevar la calidad institucional en la provincia de Salta, no tengo duda que este diálogo debe existir”, defendió, “para eso se requiere respeto y apego a las normas que regulan cada institución, (…) algo donde hay un gran déficit, no solo en Salta, sino en el país, con la designación de jueces por decreto (…) obviando la participación del Congreso Nacional”, reflexionó.
Mimessi viene perfilándose como el candidato para enfrentar a Martín Grande en la interna del bloque, con este último ahora con el PRO para diputado nacional. El concejal tartagalense basó su gestión en los controles institucionales, ya que a su entender, “encontrar la excepción a la regla nos ha llevado a decretos de urgencia, a declaraciones de emergencias que duran cinco a seis años cuando deben ser momentáneas y todo porque hay falta de apego a las normas por parte de quienes gobiernan, que nos deja este gran déficit que atenta contra el institucionalismo“.