Bagayeros argentinos y bolivianos volvieron a recrudecer en sus diferencias en el sector de paraje “El Chorro”, debido a la disponibilidad de trabajo en el sector, convertido en lugar de traspaso para mercaderías. En ese punto se ubica una finca propiedad de un ciudadano boliviano, que privilegia a sus connacionales incluso en territorio argentino. Ayer hubo un bloqueo en el camino al paraje, como forma de protesta.
El periodista Raúl Costes relató que el bloqueo iniciado ayer lunes en el camino; desde hace muchos años usado por los vecinos del lugar; que lleva a paraje El Chorro fue una protesta de parte de bagalleros argentinos, en reclamo por la “usurpación de fuentes laborales” por parte de bagalleros del vecino país.
La cuestión de fondo, continuó, es que el sector inicia la recta final de trabajo; con el final de las fiestas de Fin de Año. Todas las fincas que se asientan en el lugar; con lados que desembocan en la Quebrada Internacional; se han convertido en depósitos de mercadería en el lado argentino y para traspasar al lado boliviano se necesita de mano de obra.
“Esta actividad; bagalleo; venía en total calma hasta hace unos días. Según denuncian los bagalleros y fleteros argentinos, los ciudadanos bolivianos cruzan la frontera y pasan la mercadería, quitando el trabajo a los locales (…) por eso comenzaron a cortar el camino a los camiones, sobre todo a los que transportan combustible“,
Las acusaciones incluso apuntan a un finquero boliviano, propietario de una estancia conocida como “La Bombonera” en el lado boliviano, y quien compró una extensión de ese terreno de su propiedad pero al lado argentino, con lo cual privilegia trabajo a sus connacionales, en desmedro de los argentinos. “La gente lo denuncia de no poseer los papeles en regla como los demás finqueros”, agregó el periodista.
El alcance de la medida involucra también a los fleteros y taxistas, que han encontrado en el transporte de mercadería desde el centro de Salvador Mazza a El Chorro una redituable actividad; incluso para fleteros de Aguaray y Tartagal, con ingresos promedio de 15.000 pesos por día. “De los 15 fleteros que se contaban a comienzos de año, hoy suman alrededor de 60”, detalló. “No es una actividad ilegal, ellos llevan desde el centro al paraje, dentro del territorio argentino (…) se han organizado y tramitan una personería jurídica, además que también van por una habilitación municipal”.
En el caso de los taxis y remises, un servicio de pasajeros en el mismo caso redunda en 200 pesos, pero transportando mercadería ganan 1.000 pesos por viaje. “El furor del bagalleo comenzó hace cuatro meses y ha permitido a muchas familias crecer económicamente en Salvador Mazza”, y agregó, “no se puede casi viajar hacia El Chorro porque el taxista ve que pierde plata llevando solo gente”.
Otra realidad apremiante es el precio de los productos al consumidor final. Desde hace siete años, en Salvador Mazza están libres de impuesto las bebidas alcohólicas y gaseosas; tasa que se trasladó a los alimentos lácteos por iniciativa de concejales afines a Rubén Méndez. “Es un directo beneficiado (el intendente) de esa iniciativa, además de ser uno de los principales distribuidores”.