Residentes de barrio Ferroviario encabezaron esta mañana una protesta con quema de gomas incluída, ante la oficina de Aguas del Norte. Los vecinos quieren que la empresa extienda el servicio hasta sus hogares, pero ésta los desconoce y asegura que figuran como “Finca” en los mapas de lotes. Considerados como “asentamiento”, recordaron que el barrio ya tiene 10 años y cuentan con servicio de energía eléctrica.
Un grupo de vecinos del barrio Ferroviario concretó la protesta con quema de gomas y Avenida San Martín bloqueada, ante la oficina de Aguas del Norte. Si bien son provistos de agua por la Municipalidad, este reparto se hace en un chulengo herrumbrado y por ende, el agua no es apta para consumo y tampoco para uso humano; dijeron los manifestantes.
Uno de los referentes; J. Arroyo, reseñó que un sector del barrio no tiene agua desde hace ya un buen tiempo y desde la Municipalidad y la empresa se les ha informado que “somos NN, no tenemos catastro y por eso no tenemos derecho al uso de agua”.
Más de 100 familias se ven afectadas y a la espera de una solución. Con la medida de fuerza; además de la presencia policial; suscitaron la llegada de dos funcionarios de la Municipalidad, a ser Sergio San Millán, jefe del gabinete municipal; Darío Sanabria, directro de Relaciones Institucionales; y el Of. Arévalo, del Destacamento de Policía de Alto Verde; informó el periodista Raúl Costes.
La casa comunal ya les dijo que agua tendrán en 90 días. Pero, en tanto, Aguas del Norte presentó como propuesta a la comuna que solventen el combustible para un camión cisterna que pedirán a General Mosconi; trámite que permitirá que en 15 días puedan abastecerlos y mantener el ritmo.
Estas alternativas se deben a que; si bien la empresa concluyó hace dos meses la perforación de un pozo en el sector de Sportivo Pocitos. “Pero se necesitan 1.500 metros (15 cuadras) de caños para llegar a una cisterna ubicada detrás del Complejo Municipal. Así podrían elevar agua al barrio, pero la empresa no empres no está en condiciones económicas de afrontar costos, ya que les significa 1.500.000 pesos”, explicó el periodista.
Mientas, 110 familias permanecen sin servicio ya que se los asume como “asentamiento”, pero la única excepción y que complica su acceso al servicio, es que no se ha realizado el catastro que corresponde.
San Millán, a su turno, señaló que la situación es resultado de un crecimiento descontrolado de los asentamientos, que inician sin “sin tener en cuenta si hay factibilidad de luz o agua (…) van creciendo y las obras no llegan en tiempo y forma”.
“Estamos gestionando que se haga una nueva red (…) pero son obras que van a llevar tiempo, 90 a 120 días”, remarcó. “Los vecinos tienen derecho a molestarse, porque se trata de agua (…) pero estamos trabajando para acercar una solución (…) la empresa también tiene reglas que seguir, como el llamado a licitación”, cerró.