La práctica no es desconocida y en esta oportunidad se registraron imágenes de Paola Gigena; quien es pareja del intendente Rubén Méndez; cuando pagaba los votos comprados a ciudadanos bolivianos. Esto ocurrió en tierra del vecino país, frente a la Comisaría. Las autoridades dijeron que no pueden hacer nada, porque no hay ley que prohíba a extranjeros “hacer campaña” en su país.
Las imágenes de la maniobra fueron registradas por el periodista Raúl Costes, en momentos en que se habían armado mesas con padrones incluidos con la intención de favorecer a la lista del actual jefe comunal. Cabe recordar que se había anunciado la implementación de control biométrico para el registro de votantes.
Sin embargo, en la frontera, los ciudadanos bolivianos atravesaban la frontera para emitir su voto para la Lista 2, y retornaban a su país, en donde se les otorgaba un bolsón de comida más 100 pesos bolivianos (250,16 pesos argentinos).
Ante la consulta con autoridades bolivianas sobre el que esto ocurriera enfrente de la Comisaria de San José de Pocitos, éstos se limitaron a constestar que no hay ley que prohíba el proselitismo extranjero en su suelo. Gigena explicaba incluso como debía utilizar el sistema de voto electrónico.
“Se esperaba que la lista de Méndez no consiguiera votos (…) pero fue salvado por los bolivianos”, resumió Costes. A pesar de los esfuerzos, solamente ingresó un solo concejal para Méndez y fue Rosana María Del Pilar Andave (PJ) y el resto de los candidatos del mandatario comunal repitieron malos resultados.
Como dato aparte, en las PASO habían conseguido 400 votos y cerraron las oficiales con 700.
De los ediles que se presentaron para la reelección de sus cargos, incluso Fabián Conrado Nieto (PARES) quedó fuera, con tan solo 261 votos.
Raúl Soruco (Salta Nos Une) se ubicó por encima pero igualmente quedó sin banca, con 576 votos, mientras que Mary Robles (Partido FE) finalizo última con 113 boletas.
La única que renueva su cargo es Cristina Cazón (UCR).