La Comisaría 42 cerró sus puertas y desalojó las dependencias de los espacios de accesos luego de escucharse una serie de explosiones en el sector de celdas. Inmediatamente se convocó a Infantería al lugar, mientras que a las 9.30 aproximadamente llegaron las autoridades de la Unidad Regional 4. Se encontraron seis teléfonos celulares en las celdas.
El insubordinamiento de los detenidos comenzó a las 8 de la mañana. El comisario Vicente Marín Díaz, jefe de la Comisaría 42, informó que todo inició cuando se realizó una requisa en las celdas, ya que tenían avisado que los recluídos poseían elementos no permitidos.
Con el correr de la mañana, el Crio. Miguel Velardez; jefe de prensa de la Policía de Salta; aseguró que el control forma parte de nuevos mecanismos de control que se implementaron ante la cantidad de fugas que se han registrado en las comisarías del norte.
“A las 6:30 de hoy, el personal cumplía con este protocolo (…) en las dependencias y en las celdas. Se secuestró del interior de los calabazos armas hechizas y con filos, seis celulares y otros elementos”, comenzó, “terminada la requisa, se secuestraron todos estos elementos (…) minutos antes de las 9 se registró un principio de incendio que habían tratado de provocar, en uno de los colchones, (…) a modo de protesta por el secuestro de estos elementos y que además se puso en conocimiento de la Fiscalía”.
El Crio. Velardez señaló que se trató de mediar para que depusieran la actitud hostil, intentándo romper instalaciones, “negándose a reingresar a las celdas”, y por esto se recurrió a Infantería; que devino en un enfrentamiento con reclusos y efectivos heridos. “Lesiones leves producto de los enfrentamientos hay, pero nada más”, dijo el Comisario.
La escasa información de las primeras horas luego del suceso llevó a que muchos familiares de los detenidos se presentaran ante la 42 exigiendo saber cómo se encontraban los suyos. El que no se les brindaran datos inmediatamente provocó malestar, hasta que se les emitió un breve comunicado informal.
La atención médica de los reos estuvo primero a cargo del médico de la policía, y en el caso de heridos de consideración se los derivaba al Hospital Zonal. Hasta el mediodía, se tenía la información de seis reclusos trasladados al nosocomio, pero no se precisaron datos de los efectivos.
Mientras el orden retornaba a la Comisaría, se continuaba con el control y relevamiento del edificio; para certificar si puede seguir alojando allí a detenidos. Seguidamente, con el fin del examen médico, se notificó a fiscalías y juzgados que correspondientes a cada caso, que serán las que determinen si continúan en la 42 o si se los traslada a otro punto.
Los daños registrados fueron colchones quemados y daños en las estructuras de hierro de la Comisaría. “Todo lo que podían dañar cuando estaban alterados (los reclusos), lo hicieron”. El jefe de prensa de la Policía desmintió que se hubiera intentado fugas por el techo, y resaltó que una de las medidas de precaución fue colocar personal en cada una de las esquinas de la cuadra donde se ubica la 42.
“La capacidad máxima de los calabozos de la Comisaría 42 es de 40 personas y esto siempre se pone en conocimiento de los juzgados”, recordó.
Los hechos en general ya fueron puestos a disposición de la Fiscalía Penal de Tartagal, cerraba el Comisario Velardez.