Diario Página Siete- El embalse, que tiene un costo de 127 millones de bolivianos, sufrió el miércoles daños por las fuertes lluvias que azotaron Villa Montes. Con un 75% de avance en la construcción, la presa de Chimeo no aguantó las fuertes lluvias que azotaron Villa Montes y tiene fisuras.
La máxima autoridad ejecutiva (MAE) del Gobierno Autónomo Regional del Chaco, José Quecaña, informó que el Consorcio Asociación Accidental San Alberto, constructora de la obra, tiene que “desarmar” y reconstruir el embalse .
“Ahora la empresa constructora del embalse tiene que desarmar y armar nuevamente la presa porque no pasó la prueba de capacidad y resistencia provocada por las lluvias. La empresa tiene que cubrir todos estos costos”, explicó Quecaña.
El 31 de enero, Quecaña informó que la presa de Chimeo, ubicada a dos kilómetros del municipio tarijeño de Villa Montes, no corre el riesgo de colapso. Sin embargo, la autoridad admitió que las fisuras en el embalse crecen “poco a poco”.
Por su parte, el responsable de Defensa Civil en Tarija, Javier Gallo, informó que el municipio de Villa Montes hizo su declaratoria de desastre ante los estragos ocasionados por las lluvias. “Esto le permite pedir apoyo a la instancia superior como es la Gobernación de Tarija”, agregó la autoridad.
La filtración en el embalse de Chimeo, que “rebalsó” por tres días de intensa lluvia, se encuentra en la parte media de la obra, y según Quecaña, “ahora no representa ningún peligro”.
“Si la presa hubiera sido débil, hubiera colapsado por las lluvias. La fisura, que es responsabilidad de la constructora, se presenta en la mitad del embalse”, expresó Quecaña.
Para “drenar” el exceso de agua en la presa de Chimeo, Defensa Civil abrió con la ayuda de una retroexcavadora una “abertura” que no afecta a las poblaciones cercanas. “Actualmente la presa esta al 50% de su capacidad en el almacenamiento de agua y a cada hora que pasa se disminuye”, agregó Gallo.
Las obras de la represa, denominada Caiguami-Chimeo, se iniciaron en 2015 con la presencia del presidente Evo Morales y la entonces ministra de Medio Ambiente y Aguas, Alejandra Moreira. El embalse tiene una altura de 34 metros y su capacidad supera los dos millones de metros cúbicos de agua.
Quecaña aseveró que debido a que la represa fue construida con arcilla sólo necesita ser “desarmada” hasta el lugar de la fisura, porque “si la presa hubiera sido construida con cimiento (otros materiales), se hubiera derrumbado toda (la estructura)”, agregó la autoridad.