El primer año de gestión de Mimessi estuvo marcado por la pandemia de coronavirus, los reclamos de comunidades originarias y ásperas críticas de la oposición. En medio, tres funcionarios dejaron sus cargos por diferentes motivos. Sin embargo, el intendente radical sigue adelante con su plan de recuperar a Tartagal como la ciudad pujante que supo ser. En aparente silencio, impulsó auditorías y llamó al orden a su propio gabinete.
“Cuando asumimos nos encontramos una ciudad paralizada, con el cese de la mayoría de los contratos de alquiler de camiones por servicios”, señaló el secretario de gobierno Santiago Vargas. “Tartagal es una ciudad con un déficit estructural en luz y agua (…) creció mucho y de manera despareja”, evaluó el funcionario. “Nuestro mayor logro este 2020 fue el cuidado del patrimonio”.
“El intendente hoy no solo es para obra pública e iluminación, antes se trataba de hacer crecer. Hoy se gestiona por médicos, educación y seguridad”, marcó. En retrospectiva, consideró que se tuvo “un aceptable primer año de gestión (…) se brindan más servicios, la ciudad estás limpia y más iluminada”.
Sin embargo, no dejó de lado una cuestión social que recrudeció en este 2020 y que son las postergaciones a las comunidades originarias, derivadas en marchas, cortes de ruta y petitorios. “Los caciques reclaman por una deuda histórica que se tiene con ellos (…) tienen un grave déficit en viviendas, agua, luz, trabajo y educación“, y agregó que han contactado con el INAI; Instituto Nacional de Asuntos Indígenas; para abordar la cuestión. “Recursos hay, pero no siempre están al tanto de los lugares a donde se pueden dirigir”, presentó.
Sobre las manifestaciones de las organizaciones sociales; resurgidas en plena pandemia exigiendo trabajo y mayor asistencia social; Vargas enfatizó que “hay que cambiar pelea por gestión (…) las empresas dejaron de invertir en la región para no vivir en conflicto”, resaltó.
Puertas dentro de la Municipalidad, tanto el intendente y su gabinete estuvieron en el centro de la polémica, al punto que la oposición cuestionó la capacidad del jefe comunal. El primer año de gestión finaliza con cambios en tres áreas municipales; la última, la Dirección de Prensa, a raíz de “incompatibilidades” entre el cargo y el cobro de pautas municipales y gubernamentales.
Vargas minimizó la cuestión y si bien no negó que la incompatibilidad existía (la oposición remarcó que no es posible desconocer el punto), consideró que no impactó de lleno en el año de gestión. Desde el ejecutivo se respondió con denuncias por malversación de fondos de la sociedad estatal “Tartagal Productiva”, como también se avanzó en los resultados de las auditorias hacia los estados contables y patrimoniales de la casa comunal.
La imagen de Mario Mimessi mostró así la determinación que la oposición aseguró que le faltaba para llevar la administración de la ciudad cabecera del departamento; completando con el anuncio de millonarias obras para 2021 y disposición de fondos para proyectos de comunidades originarias. En materia legislativa, los concejales oficialistas; guiados por Victoria Bonillo; contuvieron avanzadas de los ediles leavistas, revelando irregularidades que los señalados no tardaron en responder.