Diario Rio Negro.- El 1 de agosto se cumplieron dos años de la sentencia a prisión perpetua para los siete policías de Río Negro por el asesinato de Daniel Solano, desaparecido en Choele Choel en 2011. Sin embargo la angustia para la familia del joven continúa porque los condenados están libres y el cuerpo de Daniel no aparece.
“Pedimos que los policías rompan el pacto de silencio, ellos saben dónde dejaron el cuerpo de Daniel, mi tío Gualberto lo buscó por mucho tiempo, él se murió sabiendo lo que hicieron con su hijo”, expresó afligida Romina, prima de joven salteño.
La madrugada del 5 de noviembre del 2011 fue la última vez que se vio a Daniel, saliendo de un boliche detenido por la policía. Tenía 27 años y había llegado por trabajo desde Misión Cherenta (Tartagal-Salta). Era su tercera temporada en la comarca del Valle Medio para comenzar con las primeras tareas en los montes de manzana en Lamarque.
Los uniformados Sandro Berthe, Pablo Bender, Héctor Martínez, Juan Barrera, Pablo Albarrán Cárcamo, Pablo Quidel y Diego Cuello fueron condenados en 2018 por el delito de “homicidio agravado por alevosía por ser cometido por un funcionario público”. Se diferenció, en el caso de Berthe, Bender y Barrera, a quienes les sumaron el delito de vejaciones.
El juicio se rigió con el viejo Código Penal el cual establecía que la prisión preventiva tenía un plazo máximo tres años y seis meses si no se llegaba a una condena firme. Por este motivo los policías llegaron libres al proceso porque se habían vencido los tiempos de la medida cautelar. En diciembre del mismo año, el Supremo Tribunal de Justicia de Río Negro ratificó la calificación de la pena y la sentencia de los siete condenados, pero rechazó la preventiva.
Romina manifestó que los uniformados continúan trabajando. “La provincia de Río Negro no hizo nada al respecto para evitar que sigan trabajando”, sostuvo. “Lamentablemente esto afecta a los testigos que declararon en el juicio porque se los tienen que cruzar en la calle en Choele”, dijo.
Gualberto Solano luchó hasta su fallecimiento en abril de 2018 para que se hiciera justicia y por encontrar los restos de su hijo. La prima de Daniel señaló que quizás sacaron el cuerpo del jagüel porque “el pozo estaba adulterado (…) Hasta que se autorizó la búsqueda en ese lugar tuvieron tiempo de sacar el cuerpo y ponerlo en otro lado”, dijo.
En agosto de 2015 no se hizo la pericia en el lugar por la decisión del entonces juez penal, Julio Martínez Vivot y del fiscal, Guillermo Bodrato dado que se argumentó que existía peligro.
Falta la definición de la Corte Suprema de la Nación
El juicio por el crimen de Daniel comenzó en febrero de 2018 y el 1 de agosto de ese año los policías Berthe, Bender, Martínez, Barrera, Albarrán Cárcamo, Quidel y Cuello fueron condenados a prisión perpetua. Los uniformados ya habían recobrado la libertad en septiembre de 2015 porque se había agotado el plazo de tres años y medio de prisión preventiva sin una pena firme.
La sentencia solo respondió al cargo de “homicidio agravado por alevosía por ser cometido por un funcionario público”. Puntualmente, sobre el delito de desaparición, el tribunal volvió a insistir en que no tenía facultad para juzgarlo, asegurando que correspondía al fuero federal.
Actualmente los uniformados siguen en libertad con reglas de conducta como la prohibición de salir del país, embargo de bienes y caución real.
En diciembre de 2018 el Superior Tribunal de Río Negro ratificó la sentencia y los abogados defensores presentaron un recurso extraordinario federal que también fue rechazado por el STJ. Finalmente presentaron un recurso de queja ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación que ingresó en octubre del año pasado.
Fuentes judiciales señalaron que los plazos de la Corte no son específicos para resolver estas presentaciones. Algunos casos tardan en resolverse en unos meses mientras que otros demoran años. Hasta que la Corte no confirme la pena los condenados podrán seguir en libertad si respetan las normas de conducta.